Si hay un disco y un grupo en la historia de la música pop cuya influencia ha trascendido más allá de lo meramente musical son, sin duda, The Beatles y el álbum "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band". Aparecido en 1967, revolucionó por completo el concepto de la música popular, no sólo en los aspectos puramente musicales, sino también en la forma de presentarlos al gran público, como quedó patente en la famosa portada realizada por Peter Blake, una obra maestra y un auténtico icono del pop art británico.
Hasta entonces, las portadas de los discos prácticamente no eran más que simples envoltorios para contener la música, pero tras la aparición de Sgt. Pepper's, empezaron a identificarse con el propio disco, y con el tiempo se ha hecho imposible disociar ambos elementos.
Normalmente al relacionar el nombre de los Beatles con el mundo artístico y literario, surge el nombre de John Lennon como el intelectual del grupo, lo cual no deja de ser irónico, ya que de los cuatro, el que primero se interesó y se acercó a ese mundo fue Paul McCartney, y también el que introdujo a Lennon en los mismos círculos. Y del interés de McCartney por el arte surgió su amistad con el galerista Robert Fraser. Cuando en 1967 los Beatles se disponen a grabar un nuevo disco, McCartney confía a Fraser su idea de un disco concepto, un disco compuesto no por canciones aisladas, sino por una idea, y de esa idea debían participar todos los elementos del disco, también la portada. Conciben así una portada que sería como una especie de santoral de la cultura popular, como muy bien ha recogido en un magnífico ensayo José Luis Pardo (Esto no es música. Introducción al malestar en la cultura de masas).
A esa idea había que darle cuerpo, forma, y para ello, Fraser sugirió a McCartney el nombre del pintor Peter Blake, quien posteriormente contaría cómo Paul McCartney le explicó que el concepto que tenía de esa portada era la de una banda como las que tocaban en los parques, de modo que la foto de la portada debía ser una foto de los Beatles ataviados como una banda municipal al final de su concierto en un parque, en un estrado, con un arriate de flores al lado y rodeados por una multitud de personas. Según confesó el propio Blake, su aportación principal fue decidir la disposición de la multitud, porque dependiendo de la elección, las personas que la formaran podían ser cualquiera.
De esas aportaciones surgió la archiconocida portada. En el centro de la composición, tras un bombo en el que puede leerse el nombre de la banda, "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" (La Banda del club de los corazones solitarios del sargento Pimienta), aparecen los cuatro beatles vestidos con uniformes militares de un corte antiguo, pero con un colorido muy pop, diseñados por Manuel Cuevas, un sastre de Nashville. Sobre el pecho de los músicos cuelga la auténtica Medalla del Imperio Británico, otorgada por la reina Isabel II en 1965, y cada uno de ellos porta un instrumento de viento. Junto a ellos, a la izquierda, pueden verse las propias figuras en cera de los Beatles del famoso museo de Madame Tussauds. El contraste entre ambas imágenes marca perfectamente la evolución del grupo, pero al mismo tiempo supone también su autoreconocimiento como personajes fundamentales en la configuración de la cultura popular, como parte del santoral al que nos referíamos antes, muy en la línea de la polémica afirmación de Lennon de que eran más famosos que Jesucristo.
Para elegir al resto de personajes, se pidió a cada uno de los miembros del grupo que sugirieran nombres, así por ejemplo, la presencia de varios gurús y maestros hindúes fue debida a George Harrison, mientras que Ringo Starr, por el contrario, no aportó ninguno, limitándose a indicar que lo que dijeran los demás, por él estaba bien. La lista fue completada por otros personajes aportados por Robert Fraser, el pintor Peter Blake y su esposa Jann Haworth. Algunos de los personajes propuestos inicialmente, como Jesucristo, Hitler, Gandhi o Elvis Presley, no aparecieron por diversos motivos. Finalmente, en la fotografía aparecen escritores como Allan Poe y Oscar Wilde, músicos como Bob Dylan, actores como Marlon Brando y Mae West, deportistas como Sonny Liston, etc... (si quieres saber quién es quién en la foto pincha aquí). En la portada pueden verse, también, algunos detalles finales que aportó el pintor Peter Blake, como el busto del Sargento Pimienta y un televisor (¡cómo no en un altar de la cultura popular!) que trajo de la casa de John Lennon.
Para la composición final, Blake utilizó fotografías ampliadas a tamaño natural y recortadas sobre soportes de madera, formando un collage que le llevó dos semanas de elaboración, y por el que cobró tan sólo 200 libras esterlinas (motivo de queja constante del artista cada vez que se le recuerda y que ha contribuido no poco a potenciar la imagen de tacaños de los músicos de Liverpool). La portada recibiría un Grammy, y su fuerza como símbolo del pop art y de toda una época queda corroborada por la reproducción e imitación constante en el cine, la televisión, la moda, la decoración, etc.
En el mencionado ensayo de José Luis Pardo, éste no duda en comparar la composición y el significado de la portada de Blake con "Las Meninas" de Velázquez, argumentando para ello que: "los personajes representados en la foto son, en buena parte, "meninas", es decir, pertenecen al género chico o "menor" de los cómicos y bufones; y así como Velázquez se pintó a sí mismo en "Las Meninas", también los Beatles se fotografiaron a sí mismos en esa portada [...]. Por otra parte, el "suelo" de la portada del "Sgt.", está plagado de "miniaturas" (entre ellas la de un gnomo y la de Blanca Nieves -nótese: la de los "siete enanitos"-) y aparece por dos veces Shirley Temple (una auténtica menina del siglo XX), además de que la foto alberga también a "meninos" como Dion di Mucci (que empezó a cantar a los cinco años), el canadiense Bobby Breen, estrella del cine infantil que alcanzó la fama internacional a los once años, o a Huntz Hall y Leo Gorcey, miembros de la cinematográfica "banda" juvenil de "Ángeles con caras sucias".
A mí, en cambio, lo que me recuerda inevitablemente esta portada, es a los retratos de grupo tan habituales en la pintura holandesa del barroco, donde todos los personajes pugnan unos con otros por hacerse un hueco entre los demás y asomar su rostro para la posterioridad, afirmando de esta manera su importancia social, a quien más se le veía más importante creía ser.
La obra maestra de este tipo de retratos fue el popular cuadro de Rembrandt "La ronda de noche", con el que creo que guarda algunos curiosos parecidos la portada del disco. Los cuatro beatles se disponen aquí en el centro, como lo hacen en el cuadro de Rembrandt el capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willem van Ruytenburgh, para no dejar dudas de quiénes son los personajes más importantes, y portan en sus manos instrumentos de viento, que por su forma alargada, resulta imposible no comparar con los arcabuces y bastones que llevan los oficiales de la ronda. De igual modo, en la portada de Blake, se cuela en primera fila la fotografía de Shirley Temple, como lo hace en el cuadro de Rembrandt la enigmática niña iluminada que corre entre los soldados. Si en la portada del disco, el bombo centra la composición, y tras él se alinean los personajes, en el cuadro de Rembrandt un inmenso tambor se cuela desde la derecha de la composición. Ya hemos dicho que una de las aportaciones de Blake a la composición de la portada, fue la inclusión de un busto que representa al Sgt. Pepper, y no deja de ser curioso que este era un recurso que tampoco era ajeno a Rembrandt ("Aristóteles contemplando un busto de Homero"), ni a otros pintores contemporáneos como el alemán Joachin von Sandrart, que pintó un retrato de grupo ("Oficiales y guardias de la compañía de mosqueteros de Amsterdam del capitán Cornelius Biker y el teniente Frederick van Bamchem"), en el cual los oficiales aparecen en torno a un busto de María de Médicis, un cuadro, que se exhibía inicialmente junto con "La ronda de noche", y otros retratos de grupo más, en el Kloveniersdoelen, la sede, campo de prácticas y sala de reuniones de la guardia de mosqueteros de Amsterdam.
Para escuchar algunos de los temas musicales del disco, y conocer algunas de las particularidades del mismo, puedes ver este pequeño vídeo.
Hasta entonces, las portadas de los discos prácticamente no eran más que simples envoltorios para contener la música, pero tras la aparición de Sgt. Pepper's, empezaron a identificarse con el propio disco, y con el tiempo se ha hecho imposible disociar ambos elementos.
Normalmente al relacionar el nombre de los Beatles con el mundo artístico y literario, surge el nombre de John Lennon como el intelectual del grupo, lo cual no deja de ser irónico, ya que de los cuatro, el que primero se interesó y se acercó a ese mundo fue Paul McCartney, y también el que introdujo a Lennon en los mismos círculos. Y del interés de McCartney por el arte surgió su amistad con el galerista Robert Fraser. Cuando en 1967 los Beatles se disponen a grabar un nuevo disco, McCartney confía a Fraser su idea de un disco concepto, un disco compuesto no por canciones aisladas, sino por una idea, y de esa idea debían participar todos los elementos del disco, también la portada. Conciben así una portada que sería como una especie de santoral de la cultura popular, como muy bien ha recogido en un magnífico ensayo José Luis Pardo (Esto no es música. Introducción al malestar en la cultura de masas).
A esa idea había que darle cuerpo, forma, y para ello, Fraser sugirió a McCartney el nombre del pintor Peter Blake, quien posteriormente contaría cómo Paul McCartney le explicó que el concepto que tenía de esa portada era la de una banda como las que tocaban en los parques, de modo que la foto de la portada debía ser una foto de los Beatles ataviados como una banda municipal al final de su concierto en un parque, en un estrado, con un arriate de flores al lado y rodeados por una multitud de personas. Según confesó el propio Blake, su aportación principal fue decidir la disposición de la multitud, porque dependiendo de la elección, las personas que la formaran podían ser cualquiera.
De esas aportaciones surgió la archiconocida portada. En el centro de la composición, tras un bombo en el que puede leerse el nombre de la banda, "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" (La Banda del club de los corazones solitarios del sargento Pimienta), aparecen los cuatro beatles vestidos con uniformes militares de un corte antiguo, pero con un colorido muy pop, diseñados por Manuel Cuevas, un sastre de Nashville. Sobre el pecho de los músicos cuelga la auténtica Medalla del Imperio Británico, otorgada por la reina Isabel II en 1965, y cada uno de ellos porta un instrumento de viento. Junto a ellos, a la izquierda, pueden verse las propias figuras en cera de los Beatles del famoso museo de Madame Tussauds. El contraste entre ambas imágenes marca perfectamente la evolución del grupo, pero al mismo tiempo supone también su autoreconocimiento como personajes fundamentales en la configuración de la cultura popular, como parte del santoral al que nos referíamos antes, muy en la línea de la polémica afirmación de Lennon de que eran más famosos que Jesucristo.
Para elegir al resto de personajes, se pidió a cada uno de los miembros del grupo que sugirieran nombres, así por ejemplo, la presencia de varios gurús y maestros hindúes fue debida a George Harrison, mientras que Ringo Starr, por el contrario, no aportó ninguno, limitándose a indicar que lo que dijeran los demás, por él estaba bien. La lista fue completada por otros personajes aportados por Robert Fraser, el pintor Peter Blake y su esposa Jann Haworth. Algunos de los personajes propuestos inicialmente, como Jesucristo, Hitler, Gandhi o Elvis Presley, no aparecieron por diversos motivos. Finalmente, en la fotografía aparecen escritores como Allan Poe y Oscar Wilde, músicos como Bob Dylan, actores como Marlon Brando y Mae West, deportistas como Sonny Liston, etc... (si quieres saber quién es quién en la foto pincha aquí). En la portada pueden verse, también, algunos detalles finales que aportó el pintor Peter Blake, como el busto del Sargento Pimienta y un televisor (¡cómo no en un altar de la cultura popular!) que trajo de la casa de John Lennon.
Para la composición final, Blake utilizó fotografías ampliadas a tamaño natural y recortadas sobre soportes de madera, formando un collage que le llevó dos semanas de elaboración, y por el que cobró tan sólo 200 libras esterlinas (motivo de queja constante del artista cada vez que se le recuerda y que ha contribuido no poco a potenciar la imagen de tacaños de los músicos de Liverpool). La portada recibiría un Grammy, y su fuerza como símbolo del pop art y de toda una época queda corroborada por la reproducción e imitación constante en el cine, la televisión, la moda, la decoración, etc.
En el mencionado ensayo de José Luis Pardo, éste no duda en comparar la composición y el significado de la portada de Blake con "Las Meninas" de Velázquez, argumentando para ello que: "los personajes representados en la foto son, en buena parte, "meninas", es decir, pertenecen al género chico o "menor" de los cómicos y bufones; y así como Velázquez se pintó a sí mismo en "Las Meninas", también los Beatles se fotografiaron a sí mismos en esa portada [...]. Por otra parte, el "suelo" de la portada del "Sgt.", está plagado de "miniaturas" (entre ellas la de un gnomo y la de Blanca Nieves -nótese: la de los "siete enanitos"-) y aparece por dos veces Shirley Temple (una auténtica menina del siglo XX), además de que la foto alberga también a "meninos" como Dion di Mucci (que empezó a cantar a los cinco años), el canadiense Bobby Breen, estrella del cine infantil que alcanzó la fama internacional a los once años, o a Huntz Hall y Leo Gorcey, miembros de la cinematográfica "banda" juvenil de "Ángeles con caras sucias".
A mí, en cambio, lo que me recuerda inevitablemente esta portada, es a los retratos de grupo tan habituales en la pintura holandesa del barroco, donde todos los personajes pugnan unos con otros por hacerse un hueco entre los demás y asomar su rostro para la posterioridad, afirmando de esta manera su importancia social, a quien más se le veía más importante creía ser.
La obra maestra de este tipo de retratos fue el popular cuadro de Rembrandt "La ronda de noche", con el que creo que guarda algunos curiosos parecidos la portada del disco. Los cuatro beatles se disponen aquí en el centro, como lo hacen en el cuadro de Rembrandt el capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willem van Ruytenburgh, para no dejar dudas de quiénes son los personajes más importantes, y portan en sus manos instrumentos de viento, que por su forma alargada, resulta imposible no comparar con los arcabuces y bastones que llevan los oficiales de la ronda. De igual modo, en la portada de Blake, se cuela en primera fila la fotografía de Shirley Temple, como lo hace en el cuadro de Rembrandt la enigmática niña iluminada que corre entre los soldados. Si en la portada del disco, el bombo centra la composición, y tras él se alinean los personajes, en el cuadro de Rembrandt un inmenso tambor se cuela desde la derecha de la composición. Ya hemos dicho que una de las aportaciones de Blake a la composición de la portada, fue la inclusión de un busto que representa al Sgt. Pepper, y no deja de ser curioso que este era un recurso que tampoco era ajeno a Rembrandt ("Aristóteles contemplando un busto de Homero"), ni a otros pintores contemporáneos como el alemán Joachin von Sandrart, que pintó un retrato de grupo ("Oficiales y guardias de la compañía de mosqueteros de Amsterdam del capitán Cornelius Biker y el teniente Frederick van Bamchem"), en el cual los oficiales aparecen en torno a un busto de María de Médicis, un cuadro, que se exhibía inicialmente junto con "La ronda de noche", y otros retratos de grupo más, en el Kloveniersdoelen, la sede, campo de prácticas y sala de reuniones de la guardia de mosqueteros de Amsterdam.
Para escuchar algunos de los temas musicales del disco, y conocer algunas de las particularidades del mismo, puedes ver este pequeño vídeo.
4 comentarios:
Buen comentario acerca de los Beatles Gonzalo,la portada sugerida es una de las mejores de ellos incluyendo algunas otras portadas míticas como la del paso de cebra,mas conocidos que Jesús,esta banda rompe con la música para tansformarse en símbolo de toda una generación,es cierto que John Lennon era el intelectual del grupo,al comenzar su relación con Yoko Ono y al tener ciertas disputas que lo alejaron del grupo se nota que el hecho de que menguara su aportación a la banda coincide con el periodo de decadencia de esta,actualmente hubo una disputa entre Ringo Starr y los fieles incondicionales de la banda,el componente de la banda dijo que ya no firmaría ningún objeto mas ni leería ninguna de las cartas que le enviaran la gente a su mansión,con estas disputas cierra su episodio una de las bandas mas conocidas de la historia,"Mas conocidos que Jesús"
Gracias Juan Diego ya que mis comentarios musicales intentan sólo ambientar un poco los aspectos artísticos, porque no soy un experto musical, sino tan sólo un buen aficionado a la música. No obstante, me parece que el papel intelectual de John Lennon está un poco sobrevalorado respecto al de McCartney, cuestión de imagen inconformista, rebelde, frente a la de Paul más "comercial" o convencional si se quiere. No lo tengo claro.
Tu blog es GENIAL. Me ha servido para informarme y darme un punto de vista interesante para un trabajo. Muchas gracias, te sigo.
Pues me alegro mucho, Charlie, y bienvenido a este espacio.
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