Lorenzo de Médicis como el rey Gaspar.
Ser artista en la Florencia del Quattrocento no debió ser fácil. Es cierto que el mecenazgo proporcionado en la elitista, elegante y culta corte de los Médicis permitía posibilidades para la promoción de muchos jovenes con aspiraciones y aptitudes, pero no es menos cierto que la competencia por hacerse un hueco entre los elegidos debía ser terrible. Basta repasar la nómina de artistas para darse cuenta de ello. Masaccio, Fra Angelico, Filippo Lippi, Paolo Ucello, iniciaron el camino, que luego proseguirían algunos otros más jóvenes como Andrea del Castagno, Domenico Ghirlandaio, los hermanos Antonio y Piero Pollaiolo, Andrea del Verrocchio, Sandro Botticelli, y un largo etcétera, además del pintor del que nos ocupamos hoy, Benozzo Gozzoli.
Quizá esta pequeña introducción sirva para explicar el dudoso elogio que Vasari le dedicó en su célebre Vida de los más excelentes arquitectos, escultores y pintores italianos, de Cimabue hasta nuestros tiempos, en la que escribió acerca de Gozzoli: "Aunque no destacó entre los mejores, pues muchos le superaron en el dibujo, les sobrepasó al menos por el gran número de sus obras, de forma que entre ellas hubo incluso algunas buenas". Un elogio evenenado, que diríamos hoy. No parece que una de las que Vasari consideraba buenas fuera el "Cortejo de los Reyes Magos" que Gozzoli pintó en 1459, ya que tan sólo se limita a constatar que lo pintó para el Palacio Médicis, ni una palabra más. Un juicio extremadamente severo en mi opinión, para una pintura que contiene valores muy estimables. Gozzoli recibió una formación como pintor y orfebre, primero junto a Fra Angelico, del que fue su discípulo favorito, y más tarde junto a Lorenzo Ghiberti. Una de sus obras más conocidas es el conjunto pictórico del Camposanto de Pisa, aunque actualmente los frescos están muy dañados por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. No es el caso de los frescos del palacio Médicis-Ricardi que, por el contrario, están en un perfecto estado de conservación.
GENTILE DA FABRIANO. Adoración de los Magos (1423). Galería Uffizi, Florencia
Sobre ellos recibió el pintor el encargo de representar la cabalgata que cada 6 de enero organizaban los gremios florentinos, y que representaba el viaje de los Reyes Magos hasta Belén. El tema no era novedoso, ni mucho menos, pues desde la Edad Media la Epifanía había sido representada, pero es especialmente ahora, durante el Renacimiento, cuando el tema encuentra el momento culminante para su representación. Son muchas las obras notables con este tema, y en una de ellas se inspiró directamente Gozzoli, una tabla de Gentile da Fabriano, con la Adoración de los Magos. De este modo Gozzoli recreó el espíritu cortesano del último gótico, tan del gusto del patriciado burgués de la ciudad, y del que Fabriano fue un destacado representante. Aunque actualmente esa tabla puede contemplarse en la Galería de los Uffizi, en aquel tiempo se encontraba en la Iglesia de Santa María Trinitá, de Florencia, para una de cuyas capillas la había encargado la poderosa familia Strozzi.
Juan VIII Paleólogos, como el rey Baltasar
De aquella tabla, y, probablemente también, del recuerdo que sobre Gozzoli debió dejar, cuando era un joven de unos veinte años, la triunfal entrada del penúltimo emperador bizantino, Juan VIII Paleólogos, y el Patriarca José de Constantinopla, en Florencia en 1439, con motivo de la celebración del Concilio que había de tratar de la reunión de las Iglesias católica y ortodoxa, tomaría Gozzoli la idea de su representación. Sin duda, ese es uno de los grandes aciertos de la obra: convertir un asunto piadoso en la representación de una crónica cortesana destinada a manifestar el lujo y poder de la familia Médicis. Una manera de representarlo que, por las profusas descripciones y el detallismo de las pinturas, está mucho más cerca de las narraciones de los Evangelios apócrifos, que de los austeros pasajes del Evangelio de San Mateo (Otero Rejón, "Los adoradores adorados. Los Tres Santos Reyes de Tizimín").
Autorretrato de Benozzo Gozzoli con gorro rojo
Gozzoli dispuso el conjunto sobre tres de las paredes de la estancia, en la cuarta se encontraba otro de los tesoros del palacio, la pintura de Filippo Lippi (hoy en Berlín) con la Adoración del Niño Jesús. En cada uno de ellos se dispone un numeroso cortejo que acompaña a los Magos, y que constituyen una espléndida galería de retratos, al tiempo que una exaltación de la propia familia Médicis. Además de un todavía muy joven Lorenzo el Magnífico, en el que pareció inspirarse para la representación del rostro del rey Gaspar, aparecen otros ilustres miembros del mismo clan, como su padre Cósimo de Médicis, entonces señor de Florencia, vestido con un sencillo traje oscuro, o el hermano de éste, Piero. El rey Baltasar, es un retrato del emperador bizantino Juan VIII Paleológos, y el del rey Melchor, el más anciano de los tres, durante un tiempo se pensó que lo era del Patriarca José de Constantinopla, aunque hoy suele identificarse como el Emperador del Sacro Imperio, Segismundo de Luxemburgo. Además de todos ellos, se reconocen otros personajes ilustres entre la multitud, como Galeazzo María Sforza, hijo del Duque de Milán; Sigismondo Pandolfo Malatesta, señor de Rímini; y el propio pintor se autorretrata con un gorro rojo sobre el que escribe "obra de Benozzo".
Detalle de la pared del rey Melchor
Los fondos son fantásticas rocas sobre las que se encaraman antiguos castillos, convertidos ahora en villas rurales por la aristocracia florentina, una de las modas de la época. El dominio del paisaje es uno de los méritos que le reconoce Vasari a Gozzoli, y aquí hace una buena demostración de ello, distinguiéndose sin ninguna dificultad pinos, naranjos, aves en pleno vuelo o paradas junto a una laguna, leopardos, monos, dromedarios, caballos y un sinfín de pequeños detalles. En medio de ellos, encuentra el hueco perfecto para mostrarnos otra de las diversiones aristocráticas de la época, la caza.
Para ampliar la información sobre esta obra y los personajes de la misma, podeis acudir a esta página (en inglés); y a wikipedia para leer una breve biografía del pintor. En esta galería de arte, podeis ver un buen montón de pinturas de Benozzo Gozzoli, así como en Web Gallery Art, donde hay un apartado especial para la Capilla de los Magos. Finalmente, en artehistoria puedes ver un interesante video de esa misma Capilla.
Para terminar, aquí os dejo un video que yo mismo he preparado sobre esta hermosa pintura.
3 comentarios:
Preciosa la pintura de Gozzoli. Me quede admirando largo rato hace muchos años atras..en Florencia...en una pequeña capilla en el Palacio Strozzi?
Hola, he tomado una foto de los Magos para mi blog, pero te he puesto un enlace alli. Gracias.
Hola Ljudmila, a mi también me parece preciosa la pintura, tanto la de Gozzoli como la de Fabriano. La de Benozzo Gozzoli está en Florencia, en el Palacio Médicis-Ricardi. Saludos y gracias por citarme en tu blog.
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