PLAUTILLA BRICCI. Capilla de San Luis (1672-1680) Iglesia de San Luis de los Franceses, Roma |
Plautilla
Bricci (1616-1690) nació en Roma en el seno de una familia de artistas, lo que
favoreció que recibiera una educación poco convencional para una mujer de su
época. Su padre fue Giovanni Bricci, un destacado pintor y músico que se formó
en el círculo del Cavalier d’Arpino, llegó a ingresar en la Accademia di San
Luca y gozó de una cierta fama y reconocimiento en la Roma del barroco. También
su hermano Basilio Bricci ejerció de pintor y arquitecto, como ella misma, y se
convirtió en el escudo bajo el que poder ejercer su profesión, figurando aquel
como el ejecutor del trabajo que en realidad correspondía a ella. Esto explica
que no conozcamos apenas trabajos suyos y ninguna obra documentada de Plautilla
hasta el año 1663, cuando se encontraba próxima a la cincuentena. Es entonces
cuando recibe el encargo por parte de Monseñor Elpidio Benedetti, un agente del
cardenal Mazarino en Roma, de la desaparecida Villa Benedetti, cerca de Porta
San Pancrazio, en la colina del Gianicolo. Benedetti debió sentirse contento y
orgulloso del trabajo, porque en 1677 publicó bajo el seudónimo de Mateo Mayer una especie de guía
turística de la villa en la que describía los atractivos del edificio, aunque
atribuyendo a Plautilla únicamente la responsabilidad de la decoración
pictórica, con numerosas alegorías y temas religiosos, y en la que también
participaron artistas destacados como Pietro da Cortona, Francesco Allegrini y
Gian Francesco Grimaldi. La obra arquitectónica, quizá avergonzado por
reconocer que su mansión la hubiese construido una mujer, la atribuye a su
hermano Basilio y constituye una clara demostración de los prejuicios de la
época. Sin embargo, como ha demostrado Consuelo Lollobrigida, tanto los
contratos de construcción, como los pagos y los dibujos preparatorios dejan
claro que fue ella la única responsable del diseño, con poca o ninguna
aportación de Basilio.
GIUSEPPE VASSI. Casino e Villa Corsini fuori Porta San Pancrazio. Aguafuerte En este aguafuerte del siglo XVIII puede verse a la derecha la Villa Benedetti |
Desgraciadamente,
como otras villas de la zona del Gianicolo, fue prácticamente destruida en 1849
al encontrarse en el centro de la batalla entre las tropas de Garibaldi y los
franceses que habían acudido en defensa del Papa, expulsado de Roma por la
República italiana durante el proceso que condujo a la unificación de Italia. Ese
es el motivo por el que únicamente conocemos este trabajo de Plautilla por
grabados y descripciones y los escasos restos que se conservan. El aspecto de
la villa recordaba al de un barco en el mar, por lo que pronto fue conocida
popularmente como “Il Vascello” (el buque) lo que algunos historiadores
interpretan como una representación simbólica de la iglesia, identificada
tradicionalmente como una barca. En cualquier caso, su arquitectura era muy
original, con galerías abiertas a distintas alturas y el uso de un basamento
que simulaba rocas, lo que le aporta un sentido teatral y robusto, en un
momento en que el Barroco romano caminaba por la senda del clasicismo.
PLAUTILLA BRICCI. Retablo de la Capilla de San Luis Iglesia de San Luis de los Franceses, Roma |
La iglesia
romana de San Luis de los Franceses es célebre por las pinturas de Caravaggio
que alberga en su interior, pero no es ese su único tesoro. Allí encontramos
también la Capilla de San Luis, rey de Francia, la segunda obra documentada de
Plautilla Bricci, una joya del barroco romano que llama su atención por la
riqueza ornamental y la elegancia del trazo, y que hacen de ella uno de los
espacios más ricos y suntuosos de este importante templo. En ella se celebraron
en 1666 los servicios fúnebres de la reina Ana de Austria, y para entonces se
habría terminado parte de la decoración. Los trabajos se reanudaron a partir de
1672 y concluyeron en 1680, cuando fue oficialmente inaugurada.
PLAUTILLA BRICCI. Bóveda de la Capilla de San Luis. Iglesia de San Luis de los Franceses, Roma |
A partir de
entonces la pista de Plautilla Bricci se hace más difusa. Algunos autores la relacionan
con el Palacio Testa-Piccolomini, en la Via della Dataria, aunque su aspecto
actual se debe a una reforma posterior de Filippo Barigioni en el siglo XVIII;
y se menciona también su nombre en el testamento de Jacopo Albano Ghibessio, un
profesor romano de la Sapienza, como autora de las pinturas de dos puertas
diseñadas por Pietro da Cortona, con la que vuelve a relacionarse de nuevo.
Durante un
tiempo nuestra artista residió en el Trastevere romano, en una casa propiedad
de su antiguo patrono Monseñor Elpidio Benedetti, quien le cedió en 1677 el
usufructo de una casa de su propiedad en el camino que conducía a San Francisco
a Ripa, y que volvió a renovar en 1690 en su
testamento, aunque según algunos autores pudo pasar los últimos años de su vida
en un convento.
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