En el año 1970, Paul Simon y Art Garfunkel publicaron Bridge Over Troubled Water, un album, que pronto iba a convertirse en un trabajo legendario, por varias razones. Se trataba del quinto y último disco grabado en estudio por el duo neoyorquino, y su mejor trabajo, del que se vendieron además alrededor de veinte millones de copias en todo el mundo. El corte número cinco, lleva por título So long, Frank Lloyd Wright, y era todo un homenaje al mejor arquitecto americano del siglo XX, fallecido en 1959. No es frecuente que las estrellas del rock o del pop dediquen canciones a un arquitecto, y esto nos puede dar un poco la medida de la popularidad adquirida por el arquitecto, no sólo para los amantes del arte o de la arquitectura, sino como fenómeno de masas, para el gran público.
Como muchos genios, la imagen de Frank Lloyd Wright, repetida en multitud de biografías suyas, es la de un hombre arrogante, una imagen cultivada por él mismo a través de frases llenas de autocomplacencia en las que se justificaba de este modo: "Desde muy temprano de mi vida me vi obligado a escoger entre una honesta arrogancia y una falsa modestia. Escogí la honesta arrogancia y nunca he tenido razón para arrepentirme". Quienes disfrutaron de un trato más cercano a Wright, sin embargo, parecen esforzarse en intentar señalar que era la máscara bajo la que se ocultaba un hombre que, en las distancias cortas, se mostraba locuaz, sensible y afable. De lo que no cabe duda es que, arrogante o no, se trató de un auténtico genio de la arquitectura.
Frank Lloyd Wright definió su forma de construir como arquitectura orgánica, un término que como él mismo reconocía en sus conferencias de los años 30, le resultaba difícil de explicar o definir. Los historiadores suelen entender por orgánica, una arquitectura que satisface y tiene en cuenta las necesidades de quienes la van a ocupar, que deriva de ellas y es concebida como un organismo que tiene vida propia, integrada en un ambiente natural. Uno de sus objetivos fundamentales, por tanto, es conseguir la comodidad del hábitat interior, sin preocuparse sólo por la estética exterior, como venía siendo habitual hasta entonces. El otro será mimetizar el edificio con su entorno, hasta conseguir que se convierta en parte del mismo, para lo que resulta de gran utilidad emplear materiales tomados directamente de la naturaleza, que se confunden con ella. Este relato de su visita a Taliesin, la propia casa de Wright, por Sigfried Giedion, puede arrojar un poco más de luz sobre el concepto de arquitectura orgánica:
SIEGRIED GIEDION. Espacio, tiempo y arquitectura. Origen y desarrollo de una nueva tradición (1955).
FRANK LLOYD WRIGHT. Darwin Martin House (1904). Buffalo, NY.
En estos edificios parte de la tradición de las viviendas de los pioneros americanos, que giraban en torno a un gran espacio central, la chimenea, y que gustaban de grandes espacios para contemplar el exterior, los porches. La gran aportación de Wright radica en el tratamiento que hace de la planta. Concibe toda la casa como si se tratase de una sola habitación, en la que un punto central, generalmente una gran chimenea, ordena el resto del espacio interior, que va creciendo hacia afuera, rompiendo el espacio cerrado tradicional de caja rectangular, en lo que Wright llamaba, de manera bastante gráfica, "la destrucción de la caja". Las distintas partes del edificio se cruzan en torno a ese eje central, a veces en diferentes alturas, pero también sobre el mismo terreno, como si fueran las aspas de un molino. Para Giedion, ese tratamiento flexible del interior, infundiéndole vida, movimiento y libertad, es lo más novedoso de su arquitectura. El resultado es una vivienda dinámica, marcadamente horizontal, de tejados bajos, ligeramente inclinados, amplios ventanales apaisados y terrazas antepuestas y semiabiertas que se prolongan en la extensión del paisaje.
En esta época creó también dos obras no residenciales, que tuvieron una gran influencia, como el Larkin Building (1904), en Buffalo y el Unity Temple (1906), en Oak Park. El edificio Larkin, demolido en 1950, fue el primer edificio de oficinas en disponer de aire acondicionado, ventanas dobles, puertas vidrieras y armarios metálicos.
FRANK LLOYD WRIGHT. Hotel Imperial, Tokyo (1922).
En 1910 Wright se traslada a Europa por una serie de problemas personales, y supuso un descubrimiento para los arquitectos y el público europeo en general. A su regreso podemos decir que se abre una segunda etapa en su carrera, y que dura hasta 1933. En ella profundiza en la continuidad espacial que tanto le preocupaba y hay una cierta tendencia hacia la abstracción. Una de las primeras obras de este periodo es Taliesin, su propia vivienda, hoy convertida en sede de su fundación y que, destruida en tres ocasiones, Wright siempre terminó reconstruyendo.
Uno de los proyectos más interesantes de este período es el Hotel Imperial de Tokyo, que construyó pensando en los peligros sísmicos de aquel país, por lo que empleó el hormigón armado y creó una estructura flexible sobre el lecho fangoso de la ciudad sostenida por una cimentación de pilares que actuaban, en sus propias palabras, como los dedos de un camarero sosteniendo una bandeja y equilibrando la carga. El 1 de septiembre de 1923, Tokyo sufrió un terremoto que alcanzó una magnitud entre 7,9 y 8,3 en la escala Richter, causando más de cien mil muertos y destruyendo gran parte de la ciudad, también como consecuencia de los incendios. El Hotel Imperial resistió, sin embargo, gracias a la habilidad de Wright y al hormigón empleado, hasta 1968 en que, desgraciadamente, fue demolido.
FRANK LLOYD WRIGHT. Millard House, La Miniatura (1923), Pasadena (California)
De su estancia en Japón volvió con un convencimiento mayor en su empeño por las plantas libres y flexibles, tan tradicionales en la arquitectura nipona.
De regreso en Estados Unidos realiza una serie de trabajos muy interesantes en California, donde había estado trabajando antes de su traslado a Japón. En ellos despliega su interés por las posibilidades del hormigón armado, y fabrica unos bloques totalmente decorados, que llamó ornamentación integral o bloque textil. Sus cubiertas planas y su aspecto macizo y monumental recuerdan el arte maya y la arquitectura mesoamericana.
FRANK LLOYD WRIGHT. Casa Kauffman o Casa de la Cascada (1936). Bear Run (Pennsylvania)
El edificio de Racine lo elaboró a base de volúmenes cerrados y compactos, de ladrillo, y destaca su interior, de aspecto futurista. Las columnas arborescentes, con grandes capiteles, y los paramentos de vidrio formados por tubos de pyrex, hacen de esta obra uno de los espacios más singulares de la arquitectura del siglo XX.
Como apuntábamos, el periodo culmina en el famoso Museo Guggenheim de Nueva York, en la Quinta Avenida, frente a Central Park. Con forma de tronco invertido y suaves rampas helicoidales interiores, el edificio está concebido para ser recorrido de arriba hacia abajo. Un lento descenso que permite al visitante contemplar a su paso las obras de arte expuestas. El edificio se convierte así, en el propio protagonista, por encima de las propias obras expuestas, marcando el modelo de las sedes que con el tiempo han ido surgiendo en otros lugares de este museo.
Wright on the Web (en inglés), es una completísima página sobre el arquitecto americano, que permite acceder a su obra de una manera exhaustiva. En el Archivo Digital de Arquitectura Americana del Boston College, podeis encontrar una magnífica colección de fotografías de gran parte de la obra de Wright, y de donde proceden las imágenes utilizadas en esta entrada. También es muy interesante Great Buildings, que ofrece la posibilidad de estudiar las plantas de sus edificios y contemplar modelos en 3D de algunos de ellos. Por lo demás, cada una de ellas ofrece a su vez diferentes enlaces para investigar edificios y obras en particular.
Por último, y volviendo al principio, un montaje con la canción de Simon & Garfunkel como fondo.
También El manantial, la famosa película de King Vidor, es un homenaje velado a Wright -encarnado aquí nada menos que por Gary Cooper-, aunque los diseños que aparecen en la película sean más racionalistas que "organicistas", al parecer porque el propio Wright exigió una suma demasiado elevada por diseñar la obra del protagonista. De todas maneras, el alegato a favor de una arquitectura despojada de ornamentación y basada en la fuerza expresiva de sus elementos constitutivos queda bastante claro.
ResponderEliminarExcelente entrada. Un saludo.
Completo estudio sobre un arquitecto,Frank Lloyd Wright,uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX.
ResponderEliminarComo siempre, resulta interesantísimo pasar por aquí y además el diseño es muy didáctico (lo aprovecharemos).
UN abrazo
Bueno José Manuel, me disponía a contestar tu comentario cuando me encuentro con tu propia respuesta en la entrada de "El manantial", la novela de Ayn Rand. Aprovecho para contestar a las dos aquí mismo. Respecto a la película, si que es cierto que Vidor se inspiró en el personaje de Wright, aunque no está tan claro que lo hiciera la escritora como explico en aquella entrada. En cualquier caso, sea uno u otro, es indudable que enfrenta dos formas muy diferentes de entender la arquitectura, como tú muy bien dices. Si la película te pareció un alegato apasionado del individualismo frente al colectivismo, en la novela es mucho más intenso, fuerte y descarnado, dedicando muchas páginas a justificarlo.
ResponderEliminarBueno Pilar, lo que es de agradecer es que bloggers como vosotros os paseis por aquí. Espero que aproveches el trabajo si te resulta útil, para eso está. Hasta pronto.
Gracias.
ResponderEliminarEs un regalo tu recopilación y comentarios, on propina musical de S&G.
Mi busqueda arrancaba y debe acabar visitando la exposición que se ha montado en el Museo Gugen... de Bilbao, con una completa muestra de maquetas y apuntes del arquitecto.
Si la conoceis, seguiré vuestros comentarios.
Gracias por tus palabras, y ya nos contarás qué tal la muestra del Guggenheim. Un saludo.
ResponderEliminarBuenas!
ResponderEliminarEstoy buscando relaciones entre Wright y la arte indigena americana... hay algun estudio sobre eso?
Gracias,
Bianca.
Hola Bianca,fundamentalmente durante los años 20 del pasado siglo, en el período inmediatamente anterior y posterior a su viaje a Japón, Wright realiza una serie de viviendas en California y más tarde en Arizona, donde la influencia de la arquitectura maya, mesoamericana e indígena en general es manifiesta. No sé si te refieres exactamente a eso. En esta dirección puedes encontrar una amplia bibliografía sobre Wright: http://www.delmars.com/wright/store/flwbook1.htm
ResponderEliminarEn concreto sobre su período californiano hay un libro de David Gebhard, titulado The California Architecture of Frank Lloyd Wright; otro de Donald Hoffman sobre Hollyhock House, una de las casas más representativas de este período.
Por último, un tercero de Robert Sweeney: Wright in Hollywood: Visions of A New Architecture.
En la página que te indico hay links para cada uno de ellos que te permiten ver el índice.
Espero que pueda resultarte de utilidad la información.