domingo, 21 de diciembre de 2008

La arquitectura de la España visigoda

Iglesia de Quintanilla de las Viñas (Burgos), siglo VII.


Como es bien conocido, a lo largo del siglo IV, la presión de los pueblos bárbaros acabaría por derrumbar al debilitado Imperio Romano de Occidente. Uno de aquellos pueblos fueron los visigodos. Establecidos en la región de Dacia, entre los ríos Danubio y Don, al costado del Mar Negro, el hostigamiento que sobre ellos ejercieron las hordas hunas de Atila, les hicieron buscar refugio al otro lado del Danubio. En el año 376, el emperador Valente les autorizó a ocupar la región de Mesia (actual Bulgaria), convirtiéndose así en el primer pueblo bárbaro que consiguió la autorización de Roma para instalarse dentro de los límites del Imperio. Casi medio siglo más tarde, tras deambular por diferentes territorios, unas veces en paz, y otras en guerra abierta con Roma, los visigodos llegarían a la Península Ibérica.

Entre los años 416 y 507, diferentes contingentes visigodos se instalaron en Hispania, y tras expulsar primero a los vándalos y alanos, y someter después al reino suevo de Galicia, lograron formar un poderoso reino que subsistió hasta la invasión árabe del 711.



Puente de la Virgen, Pinos Puente (Granada)

Entre las manifestaciones artísticas de este pueblo sobresale su arquitectura que, a pesar de los escasos restos conservados, ofrece un gran interés. Fundamentalmente podemos considerarla como una arquitectura de base romana, aunque también asimila elementos bizantinos y norteafricanos. Por todo ello, para los historiadores del arte constituye el primer arte propiamente hispánico.

Dovelas engatilladas del Puente de la Virgen, en Pinos Puente (Fuente: J.J. Martín González, Historia del Arte)

En la evolución de su arquitectura se suelen señalar dos periodos. El primero se desarrolla entre los años 415 y 587. Se trata de un tiempo poco propicio para el desarrollo del arte, ya que los visigodos, por un lado intentan someter a los suevos del noroeste de la Península; y por otra parte, se mantiene la dualidad religiosa entre el catolicismo de la población hispanorromana, y el arrianismo de los visigodos. Lo más destacado de este período radica en que se sientan las bases de los planteamientos arquitectónicos posteriores. A este primer momento corresponden algunos restos mal conservados o muy modificados, como el Bautisterio de Gabia la Grande; o el Puente de la Virgen de Pinos Puente, con sus dovelas engatilladas, que permiten un magnífico ajuste entre ellas; la iglesia y bautisterio de Alcaracejos y la basílica de Segóbriga.


San Pedro de la Nave (Zamora) s. VII

La segunda etapa transcurre entre el 587 y el 711, y es la propiamente visigótica. Corresponde con la etapa de unidad religiosa, tras la conversión de Recaredo al catolicismo y de mayor esplendor del reino visigodo. Es, por tanto, el período más rico en monumentos arquitectónicos destacando las hermosas iglesias de San Juan de Baños (Palencia), Santa Comba de Bande (Orense), San Pedro de la Nave (Zamora) y Quintanilla de las Viñas (Burgos). Como puede apreciarse en las imágenes, se trata de edificios pequeños, cerrados e intimistas, con un espacio interior fragmentado en pequeños ambientes.

Santa Comba de Bande (Orense), s. VII

Los muros, con sillares tallados en soga y tizón, están calculados como elementos de cierre, y presentan escasos vanos, y de pequeño tamaño.


San Juan de Baños (Palencia), s. VII


Es frecuente el uso de columnas, bien sea separando naves (San Juan de Baños) adosadas a los muros (San Pedro de la Nave) o en las embocaduras absidiales (Santa Comba de Bande, Quintanilla de las Viñas).

Pero, sin duda, el elemento más original del arte visigodo es la utilización del arco de herradura como elemento constructivo, con un peralte que suele ser un tercio del radio. Un magnífico ejemplo de su empleo lo encontramos en la iglesia palentina de San Juan de Baños. De los visigodos lo tomaría posteriormente el arte islámico.

Buenos resúmenes e imágenes de la arquitectura visigoda, los puedes encontrar en arteguías, en la página de J. Díez Arnal, y artehistoria. Aquí os dejo, también, un video, algo antiguo pero muy interesante sobre este mismo asunto.


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